domingo, junio 08, 2008

Cómo escribir o qué escribir (segunda parte)


Decía hace un par de semanas que ha sido difícil escribir, sobre todo por lo que contaba de ir viendo apagarse a mi papá día a día; y eso es muy duro...

No obstante, he de decir, que la vida igual se encarga de darnos la posibilidad de re-encontrarnos con nuestros seres queridos aunque sea en situaciones adversas como éstas. Creo que esta es la moraleja de esta historia, pues en los últimos meses he podido acercarme a mi papá de modo distinto, asistirlo en sus actividades más cotidianas y mundanas; y a la vez, poder disfrutar de algunos instantes enternecedores...

Antes de contar alguno de estos momentos, he de dar algunos datos de contexto...

Mi papá tiene 75 años y fue criado en un ambiente de mucho pudor y recato ---aunque no se note, nosotros sus hijos también--- y casi nunca lo vimos desnudo; excepto cuando con mi hermana Bernardita nos escondíamos debajo de las frazadas de la cama de los papás cuando se estaba vistiendo, habiendo escuchado la sentencia dicha con voz imperativa: "Miren para otro lado"; y nosotras dejábamos un agujero para verle sus partes pudendas...

Toda esta disgresión la traigo a colación para decir, que ahora último me ha tocado ayudarlo a ducharse, a ponerse su ropa interior, a vestirlo, perfumarlo, etc. El primer día me costó un poco, pues se me venían a mi mente todas las veces que lo mirábamos a escondidas. Pero ya al segundo día, hacíamos bromas del asunto; y yo le decía que tenía que ponerse guapo para que no fueran a decir que era un caballero poco elegante, jajajaj!!!

Y como en estas faenas tardábamos como 1 hora, para no aburrirnos nos acordábamos de viejos chistes y nos partíamos de la risa, por ejemplo, con el chiste del milagro de Lázaro:

(En una obra de teatro un actor cuenta el milagro de Lázaro)
-Protagonista: ¡Y Lázaro "andó"!

(el que le soplaba en el teatro, le corrige)
- Soplón: ¡"anduvo", weón!

- Protagonista: ¡Sí! Anduvo weón un par de días y se le pasó...

(Risas, jajajajaja)

O un día cuando estábamos a punto de terminar yo dije: "Papá, ya estás, super-cachilupi". Y él comenzó a cantar de memoria una vieja canción de Disney:




O en otra ocasión, una mañana lluviosa, cuando después de una salida a realizar gestiones bancarias, después de bajar del taxi, lo veo caminar más leeen-ta-men-te de lo habitual, veo que mira las piedras de la calle y me dice:

- Papá: ¿Te has fijado lo bellas que se ven las piedras tras la lluvia?

- Sole (pensativa): sí, se ven muy hermosas...

Por eso al terminar este relato ---que lleva como 2 semanas guardado--- me digo a mí misma: la vida es sabia y se encarga de prepararnos para la partida de nuestros seres queridos. Algo que, tal vez, pueda sonar muy brutal, pero es ley de vida... Así, como nos preparamos para recibir a los hijos, a las nuevas generaciones; creo que nos falta aprender a despedirnos de nuestros seres queridos cuando se van haciendo mayores...

De paso les dejo la letra de la canción de Disney, que yo taaantas veces escuché de niña, pero que no recordaba para nada:

BÍBIDI BÁBIDI BU

Música: Mack David y Al Hoffman
Letra: Edmundo Santos


Salacadula Chalchicomula
Bíbidi Bábidi Bu.
Siete palabras de magia que son:
Bíbidi Bábidi Bu.

Salacadula Chalchicomula
Bíbidi Bábidi Bu.
Yo hago milagros con esta canción:
Bíbidi Bábidi Bu.

Tú Salacadula dí
y Chalchicomula mu,
pero para lograr un gran amor
dí Bíbidi Bábidi Bu.

Salacadula Chalchicomula
Bíbidi Bábidi Bu.
Todo se logra con solo decir:
Bíbidi Bábidi,
Bíbidi Bábidi,
Bíbidi Bábidi Bu.